No solo la diáspora venezolana cruza fronteras, también lo hace el periodismo de calidad que ha obtenido una de las más significativas zafras de premios internacionales de los tiempos más recientes.
Periodistas que triunfan en un país que se desvanece. Venezuela es hoy testigo de comunicadores sociales y medios de comunicación cuya labor ha sido reconocida a nivel internacional. Un llamativo contraste que nos muestra dos escenarios cargados de una lógica relación antagónica de eventos y resultados revelar. Nunca antes este país había atravesado una problemática similar en cuanto a declive económico, político, social e institucional como la que ha venido transitando estos últimos años. Por otra parte, tampoco había visto tanto resplandor en el ámbito periodístico.
En este rubro, Venezuela avanza por buen camino, gracias a personajes que muestran y describen con naturalidad y precisión la realidad de un país. Tal aspecto está denotado a través de los numerosos reconocimientos que han recibido los profesionales de la comunicación durante 2018, año que ha sido gratificante para quienes ejercemos esta loable profesión.
Mariela Torrealba, socia fundadora de la Asociación Civil Medianálisis e investigadora y docente de la Universidad Central de Venezuela, asegura que las circunstancias han llevado a un nivel de adversidad en la que los periodistas han trabajado realmente duro, tanto como para llegar a ser notablemente reconocida su labor. “Ya competir es un honor. Yo creo que los periodistas ante circunstancias muy difíciles, muy adversas, muy injustas; ante el cierre de medios, ante la violación de derechos humanos… se están reinventando para cumplir con su deber, para cumplir con su quehacer, eso hace que por supuesto sea reconocido su trabajo”, añade Torrealba.
Periodismo en medio del caos
De Libia, Irán, Somalia, Rusia, Camerún, Vietnam, Turquía, Serbia, Sri Lanka, El Congo y Somalia entre otros, provienen los condecorados que desde el 2005 han recibido el Premio Internacional Oxfam Novib / PEN por la Libertad de Expresión, conferido a periodistas, poetas y escritores que se alinean con la libertad en tiempos de persecución. Este reconocimiento es otorgado anualmente por el Comité de Escritores en Prisión de PEN International, el Fondo de Emergencia de PEN y Oxfam Novib.
Venezuela se sumó a la lista cuando la periodista Milagros Socorro fue galardonada con el mencionado premio el pasado 18 de enero, durante la apertura del Festival Internacional de Literatura Winternachten, en La Haya. Durante la jornada en la que esta escritora recibió el galardón destacó que Venezuela ha sido destruida por una dictadura que arrasó con la economía, las instituciones y las libertades políticas, de empresa y de expresión. Sin embargo, hay todavía ventanas a la luz que sirven como muestra de un periodismo de calidad porque actúa con profesionalismo y sin temor para lograr responder a los deberes de esta profesión, como Socorro, una periodista, escritora y profesora universitaria de origen zuliano que fue también merecedora en 1999 del Premio Nacional de Periodismo.
Por el mismo camino avanza Joseph Poliszuk, periodista (editor y cofundador) del medio digital Armando.Info -que debió abandonar el país en busca de protección- pero que resultó ganador -junto a la reportera filipina Maria Ressa- en el Knight International Journalism Award 2018. La condecoración de Poliszuk fue revelada el 25 de mayo del año 2018 y será entregada el próximo 8 de noviembre.
En esta premiación se rinde homenaje a los periodistas cuyas noticias o innovaciones en medios han logrado un impacto social. En este caso, la condecoración es un reconocimiento al uso que este periodista ha dado a su sitio de noticias para exponer la corrupción y el abuso de poder en Venezuela, así como su trabajo de investigación en torno a una red de corrupción del país y su participación en los Panama Papers.
Un país sumergido en adversidades, sin embargo, Poliszuk cuenta que “a pesar de todo, el periodismo venezolano ha sido valiente, ha tratado de reinventarse y es, ironías de la vida, más independiente que antes”. El periodismo de calidad hecho en Venezuela ha actuado de forma diferente a como quieren que actúen quienes le someten, buscando mediante la independencia mostrar la realidad. “Hay un movimiento de periodistas que buscó independencia en la Web cuando apareció la censura y compraron, a través de empresarios y empresas offshore, los medios tradicionales, en mi caso El Universal”, añade Poliszuk quien, con sorpresa, recibió el reconocimiento y cree que, en su caso, el mérito obtenido “apoya el espíritu de esos colegas y en particular al de Armando.info, que el último año ha tenido bloqueos, demandas y algunos contratiempos”.
Un Estímulo para El Estímulo
Otro de los premiados fue El Estímulo y Clímax, marcas del grupo El Estímulo Media que resultaron ganadores del premio a la Excelencia Periodística 2018, anunciado por la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) el 5 de septiembre de 2018. En esta oportunidad, El Estímulo fue merecedor del premio por mejor cobertura gracias al abordaje de las protestas antigubernamentales ocurridas durante 2017 en Venezuela. La revista Clímax, por su parte, ganó en la categoría a mejor trabajo de investigación gracias a las producciones periodísticas que emitían en tiempo real durante ese difícil período. Sin ir muy lejos, Climax obtuvo también el premio (SIP) a la Libertad de Prensa, en su categoría Periodismo en Profundidad, patrocinado por «La República», de Lima, en un trabajo colectivo denominado «El caso Odebrecht: corrupción y despilfarro en Venezuela».
Continuando este pasaje por los premios para el periodismo venezolano se denota el reportaje “Huérfanos de la Salud”, realizado por Instituto de Prensa y Sociedad (IPYS) Venezuela y el medio de comunicación web El Pitazo, que contó con una colaboración de 40 periodistas. Esta investigación sobre la dura realidad en la atención de salud para los niños en Venezuela fue merecedora del premio Roche de Periodismo en Salud, otorgado por la farmacéutica junto a la secretaría técnica de la Fundación Gabriel García Márquez para el Nuevo Periodismo Iberoamericano (FNPI).
Esta alianza fue reconocida en la categoría Internet, en la sexta entrega del mencionado Premio, celebrada en la ciudad de Cali, Colombia, donde también resultó ganador un programa de radio que trata la ruta ilegal de la cirugía plástica en Medellín (Colombia).
Libertad en medio de la censura
La directora general y fundadora de Efecto Cocuyo, la periodista Luz Mely Reyes, fue una de las cuatro nominadas al Premio Internacional a la Libertad de Prensa del Comité para la Protección de Periodistas (CPJ, por su sigla en inglés) anunciado el 14 de junio y a entregarse el 30 de noviembre. Esta vez se trata de dar mérito a la labor de las cuatro profesionales nominadas frente a las “acciones legales, los ataques físicos, las amenazas, los arrestos o las represalias en su trabajo”.
Luz Mely Reyes, sobre el reconocimiento obtenido, señala que “el premio tiene dos dimensiones, una dimensión colectiva, que reconoce al periodismo venezolano, lo que se está haciendo y pone la lupa justamente sobre el periodismo de Venezuela, y una dimensión individual que tiene que ver con el hecho de escoger a una persona en mi caso, que está trabajando en la construcción de un medio para visibilizar o ser la cara visible de lo que se está haciendo en Venezuela. En los dos aspectos, a mí me parece que es un honor y es algo extraordinario que hayan tomado mi nombre, me hayan postulado y otorgado ese premio, un premio que además se da una sola vez en la vida ya que es prácticamente por trayectoria, por el trabajo que has hecho y que estás haciendo. Además es un premio que estimula muchísimo porque te permite poner en perspectiva una lucha que no es solo de organizaciones de gremios, sino es la lucha que día a día tenemos todos los periodistas venezolanos que insistimos en hacer nuestro trabajo, en informar”.
La directora de este medio de comunicación también cuenta que entre las reflexiones que obtuvo cuando ganó el premio es que representa un gran honor y una gran responsabilidad, puesto que cuando recibes un reconocimiento de ese tipo, “de ese alto calibre”, lo que se tiene es la responsabilidad de seguir haciendo tu trabajo de la mejor manera y de apoyar a otros que están haciendo su trabajo. “Hacer periodismo no es fácil casi en ningún lado, y que aunque nosotros no vivimos los extremos que se viven en México, vivimos una situación de riesgo y de hostilidad frente a la libertad”, concluye Luz Mely.
Del mismo modo, Laura Weffer, directora editorial de Efecto Cocuyo fue nombrada para la campaña de The International Women’s Media Foundation (IWMF) como JournoHeroe, con lo cual destacan en esta oportunidad el trabajo de esta periodista latinoamericana. La IWMF, ubicada en Washington DC, es una organización que trabaja con la finalidad de elevar el estatus de las mujeres en los medios de comunicación.
Hablando de periodismo que ilumina, Efecto Cocuyo también se sumó a los galardonados de este año en premios internacionales, esta vez fue merecedor del Gabriel García Márquez de Periodismo 2018 en la categoría Cobertura, anunciado el 4 de octubre en Medellín, Colombia. Este premio fue obtenido gracias al reportaje “Venezuela a la Fuga”, un trabajo realizado en compañía del periódico colombiano El Tiempo y que documenta las rutas que toman los inmigrantes venezolanos para huir de la crisis que atraviesa el país.
En los premios Gabo, quizás el galardón más prestigioso del periodismo iberoamericano, también estuvo como finalista el medio digital La vida de Nos, un sitio web que con tan solo dos años logró posicionar su trabajo “Son presos políticos, nosotros también” como uno de los 40 mejores trabajos de Latinoamérica. Este es el primer medio venezolano que se presenta como finalista en la categoría Texto.
Siguiendo los caminos de premios periodísticos, el especial Explorando el Arco Minero, realizado por el Correo del Caroní y el portal de información InfoAmazonia de forma conjunta, fue reconocido con el premio Al Neuharth de Innovación en Periodismo de Investigación de la Online News Association (ONA), el pasado 16 de septiembre. El mismo trabajo fue merecedor del premio Herzog, entregado en Sao Paulo el pasado 25 de octubre. Los periodistas de InfoAmazonia dedicaron el galardón al fotorreportero Wilmer González, perteneciente al medio venezolano, y que formó parte de la investigación. Durante la premiación se reveló que González desapareció en marzo de este año y finalmente fue asesinado.
El Correo del Caroní fue también premiado en la categoría Pequeñas Redacciones gracias al trabajo escrito por el periodista Bram Ebus, realizado en alianza con InfoAmazonia y Pulitzer Center. Esta investigación trata de una radiografía de la realidad del gobierno de Nicolás Maduro.
En la misma línea, Carlos Peña Pernalete, periodista nacido en Venezuela, se convirtió en finalista en el concurso literario “Cartas de Amor”, que organiza anualmente la Biblioteca de Santiago en Chile, convirtiéndose en el único extranjero en recibir este reconocimiento.
El concurso de género epistolar tiene como objetivo promover el fortalecimiento de escritores y lectores en Chile. Este año 2018, el venezolano fue uno de los ganadores gracias a su obra titulada “Entre Dos Terruños”, donde narra la experiencia de abandonar su país.
El diario digital Arepita, autodefinido como un boletín informativo, resultó ganador en el evento «Modelos de Periodismo Sostenible», celebrado el 26 y 27 de octubre en el Hotel Gran Brizo de Buenos Aires, Argentina. Durante el evento, Dariela Sosa y Natalia Quiroga –representantes de este emprendimiento- tuvieron la oportunidad de presentarse para luego ser galardonadas con un premio metálico y una serie de asesorías.
La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) entregó el premio a la excelencia periodística a la Investigación Lava Jato, una aplicación que requirió del análisis de más de ocho mil documentos, elaboración de base de datos y sobre todo de la participación de numerosos periodistas de diferentes países. El resultado fue una base de datos que reveló los millonarios costos adicionales de las obras de Odebrecht investigadas por pago de sobornos e irregularidades entre 2001 y 2016, según el Diario Perfil. En este proyecto dos venezolanos se hicieron presentes: Lisseth Boon de Runrunes y César Batiz de El Pitazo, dando a Venezuela otro reconocimiento en temas periodísticos.
En el Premio Latinoamericano de Periodismo Javier Valdez, organizado por el Instituto Prensa y Sociedad (IPYS) y Transparencia Internacional (TI) desde el año 2002 y auspiciado por la Organización de Estados Americanos (OEA), resultaron como finalistas y con mención honrosa un par de investigaciones venezolanas, una de ellas “Detrás de los CLAP” de Roberto Deniz, Patricia Marcano y Claudia Solera, pertenecientes a Armando.info y el diario mexicano Excelsior. Este trabajo muestra los negocios existentes detrás del programa de alimentos subsidiados del gobierno venezolano, demostrando sobreprecios y mala calidad de los productos.
De igual manera resultó merecedora de la mención la investigación “OLP: La máscara del terror oficial”, de Ronna Rísquez, Lisseht Boon, Lorena Meléndez G y equipo, del portal Runrun.es. En esta oportunidad, la investigación demostró cómo este plan generó aproximadamente 560 muertes en dos años.
Este reconocimiento busca, particularmente, promover la publicación de hechos noticiosos de importancia partiendo de una búsqueda periodística propia y sistemática, así como destacar trabajos que abordan cualquier temática investigativa sobre asuntos de interés público.
Periodismo creativo, estratégico y glocal
La diáspora deja momentáneamente a Venezuela con menos venezolanos. Sin embargo, las escuelas de comunicación poco pierden sus alumnos, al menos en la Universidad Fermín Toro de Barquisimeto, estado Lara, donde funge como Decano de Ciencias Económicas y Sociales el periodista José Luis Yépez, quien dice acostumbra a mencionarle a sus estudiantes que “cuando les digan que se dejó de hacer periodismo en Venezuela, recuerden lo que somos en estos últimos meses”, refiriéndose a la gran cantidad de premios que se han recibido en el área.
“Los medios sacan sus fortalezas y tejen alianzas sin mezquindad, procurando al fin último que es extraer la noticia donde sectores muy poderosos de gobierno o sectores privados pretenden que se tapen”, agrega Yépez al tiempo que señala “hay una generación que se está tomando muy en serio el ejercicio periodístico y lo está haciendo además con mucha inteligencia hasta emocional, porque a veces no enviste de buenas a primeras cualquier trapo rojo que se coloca, sino que por el contrario, sabe cuáles son las peleas que hay que cazar”. Para José Luis esa es la clave, a mayor presión más creatividad, innovación, tecnología, alianzas estratégicas y la mezcla de lo global con lo local, siempre bien conjugado.
“El periodismo está en buenas manos. A pesar de que hay mucho vidrio en el piso, que la tierra es tan movediza que a veces el borderline es demasiado fino y eso se puede pagar con destierro o con cárcel, incluso con la vida, pues hay periodistas que están dispuestos a asumirlo”, concluye Yépez, asegurando que vendrán aún más reconocimientos para el periodismo “made in” Venezuela. Y no cabe duda, los premios son muestra del trabajo realizado.
Los medios de comunicación, los periodistas, las plumas y demás protagonistas que muestran lo que verdaderamente pasa en el país, le han otorgado a Venezuela la oportunidad de no estar aislada, de ser tema de conversación, de ser preocupación para la comunidad internacional. En conclusión, los premios son muestra de un trabajo realizado a la altura de los tiempos difíciles.
Texto: Estefanía González Diseño: Oriana Álvarez